La enfermedad de leishmaniosis es causada por parásitos agresivos que atacan el organismo de los perros. Vale mencionar que esta patología es zoonótica, es decir, que tiene gran potencia de transmitirse de los animales a los seres humanos. De allí la importancia que tomemos medidas preventivas para que nuestra mascota no se contagia de esta enfermedad. Para ello, es necesario aplicar una vacuna.
Desde hace varios años, especialistas veterinarios vienen trabajando en el desarrollo de una vacuna. Por supuesto, el dueño tiene total derecho, pero también responsabilidad de considerar la aplicación de este tipo de vacunas, sobre todo si viajan o viven en lugares muy propensos a la enfermedad. La vacuna leishmaniasis es una de las más innovadoras del mercado, así que nosotros te enseñamos todo lo que tienes que saber antes de tomar una decisión.
¿Cómo prevenir la leishmaniasis?
Para que la enfermedad se transmita, debe haber un vector. En este caso, el mosquito es el principal agente de contagio de la leishmaniasis. Así que es muy importante proteger a los perros de este tipo de picaduras. Si vives en un lugar caluroso, o bien estás expuesto de forma frecuente a estanques de agua, debes cuidarte tanto tú como a tus animales.
Ahora bien, cada día salen nuevos mecanismos inmunológicos para combatir la enfermedad. La buena noticia es que estas estrategias son bastante efectivas para proteger a los perros. Pero no se trata de aplicar pesticidas, pues algunos de ellos pueden causar daño a la piel del animal. Más bien, se trata de cuidar el organismo desde el interior.
Aunque no consigas proteger por completo a tu perro de la picadura, este si estará seguro del contagio de la enfermedad. Además de ser un método preventivo, también se considera un tratamiento. Es así como nace la vacuna profiláctica.
Creación de la vacuna contra la leishmaniasis
Fue a finales de los noventa cuando se empezó a contemplar la posibilidad de desarrollar una vacuna contra la leishmaniasis. Sin embargo, el proceso de fabricación de este tipo de productos llevó un proceso largo. Estudios y ensayos clínicos contribuyeron a que la meta de los especialistas se cumpliera, pero esto llevaría algo de tiempo.
La primera vacuna fabricada para combatir la leishmaniosis fue la CaniLeish de Virbac. No obstante, esta no llegó a comercializarse sino hasta el 2011. Tiempo después, en 2016 aparece la Letifend, vacuna recombinante nacida en los laboratorios Leti.
Cabe mencionar que algunas de las vacunas contra la leishmaniosis contiene la proteína Leishmaniainfantum. Pero, las vacunas más modernas, lograron una mayor eficiencia sin tener que usar tantos adyuvantes. Esto quiere decir que el animal presenta menos reacciones adversas, además de no tener que aplicar tantas dosis.
Funcionamiento de la vacuna leishmaniosis
Hay que señalar que las vacunas no evitan el contagio o infección. Más bien, lo que se busca es controlar la propagación del parásito por todo el organismo y, en consecuencia, reducir el riesgo del desarrollo de un cuadro clínico potencialmente grave. Entonces, la vacuna lo que hará es que tu perro será más resistente a la enfermedad. Como cualquier otra vacuna, no impide por completo el contagio.
El efecto de la vacuna realmente es la estimulación del sistema inmunitario para que este responda a las proteínas de leishmania, y que no se llegue a desarrollar la enfermedad. Realmente el perro llega a tener la enfermedad, pero no hay riesgo para él ni los humanos que le rodean. Es una respuesta especifica ante el agente infeccioso. Creamos memoria en el sistema inmunitario para reconocer la enfermedad.
Si el perro entra en contacto con la enfermedad, se producen defensas que atacan directamente. Pero debes tener en cuenta que esa “memoria” no es permanente. Esto quiere decir que habrá que vacunar al perro cada cierto tiempo para mantener la eficiencia de la vacuna. Además, hay que seguir tomando las medidas preventivas en contra del mosquito pues no impide la infección.
¿Es eficiente la vacuna contra la leishmaniasis?
Como todas las vacunas se han comercializado en grandes proporciones, muchos tienen la duda de si realmente es fiable, y sí. Los estudios demuestran con evidencia científica que las vacunas tienen un alto porcentaje de eficacia. Sin embargo, si es posible que haya perros vacunados que se enfermen con leishmaniasis. ¿Por qué ocurre esto?
En algunos casos, la eficiencia de la vacuna no ha sido suficiente para proteger al perro. Pero también pudiera deberse a que se haya contagiado antes de que se le aplicara la vacuna. El parásito de la leishmania es difícil de controlar, ya que también desarrolla mecanismos de protección ante los medicamentos que se han fabricado.
Todo esto demuestra que fabricar una buena vacuna no es tan fácil como se cree, y que no todas tienen la misma eficiencia para otros agentes infecciosos. Por eso, se recomienda administrar de acuerdo a las indicaciones del veterinario para reducir los riesgos. Esta aplicación es más importante cuando se trasladan a zonas con alto presencia de leishmania.
¿Cuándo cuesta la vacuna leismaniosis?
Los precios de la vacuna pueden variar de acuerdo al especialista que ofrece el servicio de vacunación. Por eso, es mejor que preguntes a tu veterinario de confianza sobre el tipo de vacuna que tiene disponible. Además, este te dará información sobre la cantidad de dosis y el costo de cada una.
Hay que tener en cuenta que los costos de la vacunación pueden incluir pruebas previas que se deben realizar para evitar efectos secundarios. También es posible que se tenga que hacer una revacunación. Por lo general, el precio de cada dosis ronda entre los €30 y €40 euros.
¿Cuándo hay que colocar la vacuna leismaniasis?
Como es una vacuna que se indica para inmunizar al perro, lo mejor es que se administre a temprana edad, pero que por lo menos tenga 6 meses de edad. Y antes de vacunar al perro, hay que hacer un testeo para saber si no está infectado, porque de lo contrario, no se podrá administrar la dosis.
Como las pruebas son altamente sensibles, es posible que algunas den falsos negativos. Por eso, se recomienda aplicar la dosis anualmente, con todas las dosis necesarias de acuerdo al tipo de vacuna.
Inconvenientes de la vacuna contra la leishmaniasis
Lo primero que hay que resaltar es que no siempre es posible desarrollar el tipo de inmunidad que se requiere como defensa contra la leishmania. Por lo que en algunos casos se puede requerir más dosis de las normales. En tales casos, también será necesario que se usen adyuvantes más fuertes.
¿Qué son los adyuvantes? Son sustancias que se agregan a los componentes de la vacuna para potenciar la acción. Sin embargo, estos pueden estimular la aparición de reacciones adversas. De allí que no se recomiende vacunar a cachorros de menos de seis meses pues no tienen una respuesta inmunitaria eficaz. Aunque actualmente se está trabajando para mejorar la eficacia de las vacunas contra la leishmania, los efectos secundarios siguen presentes. Las complicaciones más comunes son picor en la inoculación y la inflamación. También es posible que se presenten problemas digestivos, fiebres o apatía. Ante tales inconvenientes, se contraindica a perras en gestación o en periodo de lactancia.